jueves, 14 de abril de 2011

Antes de proveer de un sostenimiento a esta bestia, es imperativo definir el punto de unión de estos dos seres; manejarse debe una conciencia de reconocimiento atractiva para quien sensatamente busca sobrevivir, más aun, convincente y perfecta, demasiado ordinaria como para ser contemplada por el ser ajeno a la esencia y la pureza humana. En contraparte, dañina y venenosa, “irracional” e inconveniente para el ser artificial que, ya sea casual o morbosamente, logre de reojo contemplar esta cohesión tan perfecta. Los problemas ontológicos que puedan derivarse de esta unión serán expuestos con posterioridad, evitando adentrarse en campos de difícil acción y comprensión. Consciente se debe ser de la irrevocable existencia de la “bestia” y el “modelo”; explorar, inversamente, los caminos que ambos han recorrido; el uno de una manera oculta, liviana y misteriosa; el otro constantemente siendo alcanzado por las temibles y poderosas zarpas de ésta, sufriendo un daño irremediable el cual, ni el remedio más “efectivo” aliviará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario